Contaminación radiactiva
Se denomina contaminación radiactiva o contaminación nuclear a la presencia no
deseada de sustancias radioactivas en el entorno. Esta contaminación puede
proceder de radioisótopos naturales o artificiales.
La
primera de ellas se da cuando se trata de aquellos isótopos radiactivos que
existen en la corteza terrestre desde la formación de la Tierra o de los que se
generan continuamente en la atmósfera por la acción de los rayos cósmicos.
Cuando estos radioisótopos naturales se encuentran en concentraciones más
elevadas que las que pueden encontrarse en la naturaleza (dentro de la
variabilidad existente), se puede hablar de contaminación radiactiva.
En el segundo caso, el de los radioisótopos artificiales, son los radioisótopos que no existen de forma natural en la corteza terrestre, sino que se han generado en alguna actividad humana. En este caso la definición de contaminación es menos difusa que en el caso de los radioisótopos naturales, ya que su variabilidad es nula, y cualquier cantidad se podría considerar contaminación. Por ello se utilizan definiciones basadas en las capacidades técnicas de medida de estos radioisótopos, de posibles acciones de limpieza o de daño, que pueden causar hacia las personas o la biota.
Posibles contaminaciones
Cuando se habla de
contaminación radiactiva, en general se tratan varios aspectos:
1. La contaminación de
las personas. Esta puede ser interna cuando han ingerido, inyectado o respirado
algún radioisótopo, o externa cuando se ha depositado el material radiactivo en
su piel.
2. La contaminación de
alimentos. Del mismo modo puede haberse incorporado al interior de los mismos o
estar en su parte exterior.
3. La contaminación de
suelos. En este caso la contaminación puede ser solo superficial o haber
penetrado en profundidad.
4. La contaminación
del agua. Aquí la contaminación aparecerá como radioisótopos disueltos en la
misma.
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