Contaminación Térmica
La
contaminación térmica se produce cuando un proceso altera la temperatura del
medio de forma indeseada o perjudicial.
El
medio más habitual donde se produce es en el agua, ya que el aire se disipa más
fácilmente. Pero también es posible, por ejemplo, cuando se concentra una gran
cantidad de aparatos de aire acondicionado y estos expulsan el calor hacia la
calle.
Las
centrales térmicas necesitan refrigeración ya que no convierten toda la energía
química en electricidad (solo entre un 20-60 %) y el resto en calor. El agua es
un buen medio para disipar el calor, es accesible y tiene una gran inercia
térmica. Por eso estas centrales se sitúan cerca de un río o el mar.
Para
disminuir el impacto antes de verter el agua caliente en el río o el mar, se
suele pasar por una torre de evaporación que disminuye en parte la temperatura.
Sin embargo, concentra las sales del río o el mar alterando las propiedades
físico-químicas del agua.
La
temperatura de salida está regulada y se han llegado a parar temporalmente centrales
nucleares porque en algunos días de verano el caudal del río era escaso y la
temperatura subía demasiado.
En
el otro extremo está la devolución de agua excesivamente fría. En algunas plantas
de regasificación de gas natural, se utiliza un gran volumen de agua de mar y
se devuelve más fría. Es el deterioro de la calidad del aire o del agua
ambiental, ya sea por incremento o descenso de la temperatura, afectando en
forma negativa a los seres vivientes y al ambiente. Los cambios climáticos son
una consecuencia de estos desequilibrios.
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